La
cosmética natural tiene importantes ventajas con respecto a la cosmética industrial. Ventajas relacionadas con la salud, el medio ambiente, el consumo responsable y el coste económico que te inclinarán a favor de la selección de
tratamientos con cosmética natural.
Durante las últimas décadas se haya desarrollado una corriente de opinión cada vez más preocupada por la salud y el medio ambiente. Cada vez es mayor el número de consumidores que exigen información en las fórmulas de los productos.
En la mayoría de los casos las grandes empresas toman nota pero sólo maquillan la publicidad de los productos de siempre. Sin embargo, algunas empresas empiezan a abrir la puerta al desarrollo de una cosmética natural y ecológica respetuosa con nuestro cuerpo y nuestro entorno.
Debemos buscar productos cuyo objetivo sea nuestra salud y bienestar.
Es posible que un producto industrial obre "milagros” inmediatos en la piel, sobre todo cuando se trata de afecciones específicas. Sin embargo, cuando echamos un vistazo a la etiqueta y comprobamos cuáles son los componentes con los que está fabricado el producto, merece la pena replantearnos las ventajas que puede tener ese parche momentáneo comparadas con los efectos que puede provocar en nuestro organismo a largo plazo.
Cuando utilizamos ingredientes naturales, la respuesta ante determinadas afecciones puede no ser (aunque muchas veces lo es) tan rápida a corto plazo, pero nos estamos asegurando de introducir en nuestro organismo elementos similares a nuestra composición celular.
La mayor parte de los productos naturales están compuestos de ácidos grasos muy similares al sebo humano, de nutrientes imprescindibles para la correcta regeneración celular de la piel, y de oligoelementos y/o nutrientes que contribuyen a retrasar el envejecimiento y a fortalecer nuestro sistema inmunológico.